¿Qué son los plásticos semielaborados?
Los plásticos semielaborados son materiales que han sido parcialmente procesados, pero que no han alcanzado su forma o aplicación final. Estos pueden presentarse en diversas formas, como láminas, barras, tubos o perfiles, y están destinados a ser transformados en productos finales mediante procesos adicionales como el corte, moldeo o mecanizado.
¿Cómo se fabrican?
La fabricación de plásticos semielaborados varía según el tipo de plástico y la forma deseada. En general, el proceso comienza con la polimerización, donde los monómeros (pequeñas moléculas) se unen para formar polímeros (cadenas moleculares largas). Este material se funde y se extruye o se prensa en la forma deseada. Por ejemplo:
– Extrusión: Se utiliza para producir perfiles continuos, como tubos o láminas. El plástico fundido se presiona a través de un dado (molde) que tiene la forma del perfil deseado.
– Moldeo por inyección: Apropiado para producir formas complejas en grandes cantidades. El plástico fundido se inyecta en un molde cerrado y se enfría para solidificar en la forma deseada.
Plásticos Termoplásticos
– Reversibles: Se pueden recalentar y reformar múltiples veces sin alterar su estructura química. Esto los hace reciclables.
– Estructura: Presentan cadenas lineales o ramificadas que no están enlazadas químicamente entre sí, permitiendo su fusión y solidificación repetidas.
– Aplicaciones: Ampliamente usados en envases, componentes electrónicos, y objetos de uso cotidiano como botellas y bolsas.
Plásticos Termoestables
– Irreversibles: Una vez que se endurecen (curan), no pueden ser rehechos. Su estructura no permite el recalentamiento sin descomposición.
– Estructura: Poseen cadenas poliméricas que forman una red tridimensional rígida, debido a enlaces cruzados químicos entre las cadenas.
– Aplicaciones: Se utilizan en aplicaciones que requieren resistencia a altas temperaturas y a solventes, como en utensilios de cocina, componentes electrónicos y automotrices.
Como resumen, la principal diferencia entre estos dos tipos de plásticos radica en su comportamiento frente al calor y su estructura química. Mientras que los termoplásticos pueden ser fundidos y reformados, los termoestables, una vez curados, mantienen su forma y no pueden ser recalentados y moldeados de nuevo. Esta distinción es fundamental para determinar su procesamiento, aplicabilidad y reciclabilidad.